viernes, 7 de noviembre de 2014

Recuerdos bajo llave

Tenerlo y no tenerlo. Todo y nada. Límites tan extremos que se juntan por el otro lado. Como enero y diciembre.
Supongo que a veces solo te das cuenta de lo que tenías cuando lo has perdido. Aprender a no depender de nadie, a olvidar. Olvidar, tal vez simplemente evitar recordar, dejar los recuerdos guardados en un cajón, con llave, y perder esa llave, y encontrarla, y volverla a perder, abrir y cerrar el cajón por pura inercia, y analizar todo lo que hay dentro... Es ahí. Es ahí donde duele. Es ahí donde dueles. Y dueles porque formas parte. O formaste. De mis días, de mi mente, de mis noches, de mis momentos vividos, de mí. Suena tan irónico. Formaste. ¿Cómo puede dejar algo de formar parte de algo? Supongo que por convención lo hemos llamado así. Llamar "dejar de formar parte" a algo que guardas en ese cajón bajo llave. Recuerdos bajo llave. No hablo de palabras, hablo de sentimientos, porque lo que ha dejado huella, es imposible de borrar.

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