Hoy decimos
adiós a todas estas caras, a todas estas personitas que han estado contigo
durante tanto tiempo, todos tenemos un trocito de todos, todos tenemos algo en
común.
Durante todos estos años hemos aprendido muchas cosas, energía y fuerza, guerras mundiales, inecuaciones, pero hay una a la que todavía no nos hemos enfrentado y que tenemos justo delante: todo termina, hasta las cosas buenas, queramos o no. El último día de verano, el final de un libro, despedirte de alguien especial.
Cierras el libro. Dices adiós.
Hoy es uno de esos días.
La mayoría nos
iremos distanciando, aunque nos duela decirlo. Pero sé que volveremos a vernos,
un día cualquiera, dentro de muchos años, en una boda, yo que sé.
Ahora nos toca empezar algo
nuevo, pasar hoja, crecer un poquito más como personas, empezar nuevas
historias. Todos hemos aprendido muchas cosas, y no solo las de clase, porque
cada día, cada excursión, cada sonrisa, cada lágrima, cada examen, cada enfado,
cada amistad, cada amor, cada uno de nosotros hemos ido aportando pequeñas
cosas que nos han ido llenando como personas.
Hoy nos despedimos de esta etapa
de nuestra vida, pero estoy segura de que esto no es un adiós, sino un simple
hasta luego, porque volveremos a vernos, ¿prometido?