Que la moda cambia continuamente y los pantalones blancos al final del día son negros, aprendes que a veces es mejor el silencio que las palabras y, que la fidelidad.. ¿Fidelidad? Ya no hay de eso.
Te das cuenta de que las amigas de verdad se cuentan con los dedos de una mano, que no es más rico el que mas tiene, si no el que menos necesita, que hay que tener cuidado por dónde caminas, que hay personas que dejan huella, y que hay momentos, personas, besos, abrazos, que no se olvidan.